tamalitos pintos con el corazón
ADIOS NANA MIA
Adios madre de todas las madres,
tierra mia que me vio nacer,
que me bendijo mañanas y tardes
desde que amanecìa y al anochecer
Gracias por mis amigos y familiares
que disfrutamos grandes alegrìas,
que unidos pasamos grandes pesares,
hermosos fueron tus noches y dias
Toque la tierra con mis pies
y sentì de madre tu gran bondad,
los años pasaron de diez en diez
hasta llegar a la finalidad
Recibeme en tus entrañas por favor
y dime que lleguè a merecer,
que cumpli como hijo y con honor
y que en tus brazos volveras a mecer
Altotonga, sublime nana mìa,
otro de tus hijos que te agradece,
que su corazòn razga en agonìa
y dice adiòs cuando atardece
TUBEROSA
Privilegio de mi Altotonga florida,
al nacer una flor aterciopelada,
risas, trinos y mariposas coloridas
arrullaron el nacer de una Ada
Mirlos con sus trinos de fantasía,
inigualable el cenzontle en su canto,
plenilunio, en sus noches la poesía,
reunidos todos decoraron tu manto
Inigualable flor en su belleza,
múltiples luceros te están arrullando
arcángeles veneran tu realeza
vigilando tu sueño y cantando
Iluminas la esmeralda de la sierra,
kilates miles en diamantes
yacen como alfombra en la tierra
adornando tus pasos elegantes
OTROS FOQUITOS
Generaciones pasaron ya
Y el recuerdo perdura aún,
Personas que están en la memoria
Y en Altotonga sería común
Personajes que con su folclor
Engrandecen nuestra tierra,
Con risas, llanto o dolor
Dieron luz a nuestra sierra
Hilario Beristain, el coco era,
Con sus purgas si que se le temía,
Con los niños era una escandalera
Pues con sus bromas si que le corrían
Las noches eran para convivir
Jugando paco y el dominó
El corazón de amigos a revivir
Las seis noches y también en domingo
Después de un trabajo pesado,
Motivo de gran admiración,
Su amistad disfrutan con pasión
Y regresan a su casa descansados
Rodolfo Bello el herrero,
Fernando Pineda la negra,
Pepino el buen Zapatero,
Candy y el buen sol eran
Ricardo Traconis presente,
Con su risa y bromas que aún están
Lleva la amistad al frente
Saludando a todos y al Triacatàn
El arte del excelente pan
Estaba en manos de grandes hombres,
Don Carlos, don Ponciano eran
Junto con el gran Panchito, los mejores
En la farmacia don Nico estaba,
Y la mercería de don Hipólito origen,
Con su cuñado Adolfo que bastón usaba,
Eran otros que reconocimiento merecen
Al mercado gran vida le dio
Don Cándido y Hermelinda,
Esposos que con lluvia o frío
Trabajaban para que su obra rinda
Oscar Cucurachi les siguió la obra
Con su música que siempre tenía
Hacía sus ventas a toda hora
Teniendo al mercado con alegría
Rafael Juárez otro gran hombre,
De Salvador Cucurachi su camarada,
Los dos grandes amigos siempre
Disfrutaron esa temporada
Los años cincuenta a setenta corrían
Y después de las seis de la tarde
Todo el pueblo se movería
Siendo una época de buen alarde
Queríamos siempre ser los primeros
O encontrar un lugar a sentarnos
Y aunque no alcanzaban los dineros
Siempre había para el gusto darnos
Todos les decíamos “Las viejitas”
Victoria y Aurora se llamaban
Pero hacían unas garnachitas
Que hasta los dedos se chupaban.